lunes, 14 de noviembre de 2016

Vinos de Canarias: historia y tradición



El cultivo tradicional de la vid y la producción de vinos en Canarias está conformado por numerosos saberes populares transmitidos de generación en generación. Existen prácticas generalizadas en Canarias como la de realizar la poda de la viña «por la Candelaria, en la primera luna tras el dos de febrero», que son respetadas por la inmensa mayoría de los agricultores, así como en el mes de noviembre, por San Martín o San Andrés, momento en que se abren las bodegas y se prueba el "vino nuevo", lo que da lugar a distintas celebraciones.
A lo largo del año se suceden las distintas labores encaminadas a obtener el vino: regar en aquellas zonas donde las lluvias son escasas, escarbar, limpiar, podar, "despampanar" y "azufrar", hasta la llegada de la vendimia, que también es motivo de fiestas en todo el Archipiélago. Todo este patrimonio intangible de gestos, actividades, costumbres fue creando una singular cultura etnográfica que, además, viene acompañada de actividades como la artesanía de la tonelería (con sus particulares medidas), los lagares, las bodegas o los diferentes métodos y tecnologías de elaboración vinícola actual.

Al tiempo, y no menos importante, se va diseñando un paisaje que la propia topografía de las islas ha propiciado con escalonamientos, terrazas, bancales, hoyos, gavias, etc. La publicación  El paisaje del viñedo en las Islas Canarias, editado por la revista PASOS, lleva a cabo un riguroso análisis en este sentido del cultivo de la vid en las islas.

Historia de la vid en Canarias: una trayectoria irregular

Con la conquista de Canarias y el inicio del proceso colonizador comenzó en las islas una estrategia productiva agro-exportadora que marcó la gestación de un modelo económico en Canarias que aún hoy perdura.
Primero fue el cultivo del azúcar, que terminó decayendo a mediados del Quinientos por la competencia brasileña y antillana. Luego, impulsado por los agentes económicos isleños, se desarrolló un nuevo cultivo: la vid.

Las viñas (Tacoronte entre 1890-1895). FEDAC
Este cultivo llegó a las islas prácticamente al mismo tiempo que los conquistadores. En Tenerife los primeros sarmientos se plantaron entre los años 1495-1510. Dentro de este ámbito histórico, un hecho de importancia fue el otorgamiento en 1525 de la preceptiva licencia regia para poder exportar los excedentes de producción de vino.
Un nuevo impulso se dio en 1549 al suprimirse las licencias de exportación, lo que permitió entrar en un ciclo exportador que alcanzó su punto álgido en los años centrales del siglo XVII, paréntesis este definido como la "etapa vitivinícola" por excelencia en la historia de Canarias, y que trajo un notable crecimiento económico para casi todas las islas.
El plantío de cepas, estimulado por la demanda exterior, estaba al alcance de los pequeños y medianos propietarios. Los vinos canarios estaban en condiciones de competir mundialmente y se originó un destacado comercio con Gran Bretaña principalmente, si bien también llegaron los vinos isleños al continente europeo y a las colonias americanas.
El comercio vinícola entre Canarias e Inglaterra estaba casi en su totalidad en manos de mercaderes británicos, quienes fueron imponiendo sus condiciones. Desde Inglaterra llegaban mercancías a las islas que se pagaban en buena parte con malvasía. Además, las embarcaciones isleñas sirvieron a los británicos para el contrabando de sus mercancías en las Indias, en una época en que España mantenía privilegios de exclusividad sobre el comercio y la navegación con las tierras americanas.
Cuando todo parecía ir bien, a pesar del control británico, llegó un primer aviso de crisis en el sector entre 1620-1630 por las limitaciones impuestas a las exportaciones por el Consejo de Indias y la Casa de Contratación de Sevilla hacia la América hispana. La medida provocó gran polémica en Canarias, al sentirse agraviadas y víctimas del comercio sevillano.
A su vez, en los siguientes años la convivencia comercial se fue haciendo cada vez más difícil entre británicos y canarios, con episodios trascendentales como el "derrame del vino" en Garachico (1666). El derrumbe definitivo del mercado inglés llegó en la década de los 80,  por motivos comerciales y de estrategia político-económica, además de por la competencia de los vinos de otras zonas como Portugal. Todo ello, sumado a diferentes acontecimientos que se fueron sucediendo, dio paso a una importante crisis económica en el Archipiélago.

Vendimiando en el Lentiscal 1895-1900. FEDAC
En este proceso de alzas y bajas de la producción, con el mercado exterior prácticamente perdido, tenemos ejemplos del empeño en el cultivo de la vid en las islas, tal y como sucedió en el Monte Lentiscal, que a mitad del siglo XIX se consolidó como zona vitivinícola en Gran Canaria; o el paulatino renacer del cultivo de Lanzarote tras las erupciones volcánicas del XVIII; o, incluso, el comienzo de un pequeño cultivo en Fuerteventura.
Cabe mencionar asimismo las importantes repercusiones negativas de las guerras mundiales y la guerra civil en la economía canaria, que también afectaron al sector.
Hoy en día, el cultivo de la vid y la producción de vino se mantienen esencialmente para consumo familiar y local, sin descuidar la oferta de un producto de calidad para las mesas de cualquier rincón del mundo, como germen de una nueva etapa en Canarias.

Las Denominaciones de Origen y la profesionalización del sector

En la actualidad se da en las islas una convivencia de dos formas de entender la viticultura:
la tradicional, destinada básicamente al consumo interior; y una viticultura en modernización, a la que se le han incorporado nuevas técnicas, conocimientos y formas de cultivos avanzados bajo la supervisión de enólogos, que llevan al sector hacia la profesionalización y el control exhaustivo del proceso, con la vocación de obtener unos vinos de mayor calidad y situarlos en mejores condiciones para competir.

Con igual voluntad de abrir nuevos mercados al vino canario se implantan las Denominaciones de Origen, distribuidas por todas las islas, a las que se une la Denominación de Origen Protegida Islas Canarias, estrategia que «es el fruto de la decidida y firme apuesta de la Asociación de Viticultores y Bodegueros de Canarias (AVIBO) por el futuro del sector».

De este largo camino, impregnados del carácter singular otorgado por el clima y el suelo canarios, a lo que se une la personalidad e identidad de las principales variedades tradicionales de vid (Malvasía, Listán Negro, Marmajuelo, Castellana Negra, Listán blanco, Gual, Baboso Negro, Negramoll, Tintilla y Forastera Blanca, Albillo y Vijariego Negra), nacen los actuales vinos de Canarias (blancos, rosados o tintos y secos, semisecos o dulces).





En la Biblioteca Canaria de la ULL encontrará una muestra bibiográfica con publicaciones disponibles en el Fondo sobre los distintos aspectos del vino y la vid en las islas.











Fuentes y más información
Béthencourt Massieu, Antonio. Canarias e Inglaterra: el comercio de vinos, (1650-1800). Cabildo Insular de Gran Canaria, 1991.
- Delgado Domínguez, Erasmo Juan. Tradiciones canarias en el día de San Andrés. En revista El Pajar: cuaderno de etnografía canaria, II época-nº22, 2006, págs. 52-58.
- Elías Pastor, Luis Vicente; Contreras Villaseñor, Margarita.  El paisaje del viñedo en las Islas Canarias. Monográfico editado por PASOS, Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 2013.
- González Gomez, José Manuel. Conocimientos populares en la cultura del vino en Canarias. En Anuario de Estudios Atlánticos, nº 43, 1997.
- Hasen Machín, Alex; Febles, Juan M. Paisajes de viñedos, lagares, bodegas y vinos en el Monte Lentiscal, Gran Canaria. En El museo canario, nº. 56, 2001, págs. 261-306.
-Macías Hernández, Antonio Manuel. La economía vinícola de Tenerife: Los precios del vino en bodegas, 1505-1650. En Anuario de Estudios Atlánticos, nº 61, 2015.
- Santana Pérez, Juan Manuel; Monzón Perdomo, María Eugenia; Sanana Pérez, Germán. Historia concisa de Canarias. Benchomo, 2004.
- Uvas de Canarias, un relicto en el mundo. En PELLAGOFIO nº 25, 2ª época, noviembre 2014.

Otros
Dialnet: selección de publicaciones sobre la vid y los vinos en Canarias, algunos artículos tienen disponibles el texto completo.
- Selección bibliográfica en Pinterest: El vino en Canarias. Elaborado en la Biblioteca de Economía, Empresa y Turismo.
Vitis Canarias: base de datos de variedades de vid de Canarias
(elaborada gracias al Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria y al Instituto Canario de Investigaciones Agrarias dependientes del Gobierno de Canarias con la colaboración de miembros del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salúd Pública de Canarias de la Universidad de La Laguna).

Notas
Fotografía de cabecera propia
Fotos antiguas de FEDAC

martes, 11 de octubre de 2016

Nueva edición de El barranco, de Nivaria Tejera

Imagen Círculo de Bellas Artes de Tenerife
En el Círculo de Bellas Artes de Tenerife se presenta hoy martes, 11 de octubre a las 20:00h., una nueva edición de El Barranco, obra de la escritora y poeta Nivaria Tejera
Se trata de la primera novela de esta autora de origen cubano y padre tinerfeño, publicada por primera vez en 1958, en la que relata el descubrimiento del dolor provocado por la Guerra Civil a través de los ojos de una niña que vive en La Laguna. 
La nueva edición está enriquecida con un estudio crítico de Antonio Álvarez de la Rosa, catedrático de Filología Francesa de la Universidad de La Laguna, gran amigo y conocedor de la obra de Nivaria Tejera.
Con motivo del inesperado fallecimiento de la autora en enero de este año, El Viaje de Juba publicó un artículo en su memoria, con información sobre la relación de Nivaria Tejera con nuestro Club de Lectura, enlaces a artículos recientes sobre la autora y a sus obras en el catálogo de nuestra Biblioteca.

Más información sobre la presentación de la obra en la página del Gobierno de Canarias.

martes, 4 de octubre de 2016

Verbum cordis: Palabra del corazón en homenaje a Enrique Roméu Palazuelos


RSEAPT 2016
La Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife recuerda a su director honorario, Enrique Roméu Palazuelos (1906-2001), con la edición de la obra Verbum cordis: tiempo ido y recordado, una recopilación de pregones inéditos leídos por el autor a lo largo de 40 años en diferentes islas.
Don Enrique Roméu, conde de Barbate, se integró pronto en la vida tinerfeña desde su llegada a la isla en 1947. Afincado en La Laguna, donde llegaría a ocupar varios cargos municipales en los años 60, se dedicó a estudiar nuestro pasado con ahínco. Su interés por las fuentes documentales de la historia de Canarias lo convirtieron en un especialista y divulgador, miembro activo de las principales instituciones culturales isleñas (RSEAPT, IEC, Museo-Casa de Osuna, etc.) y colaborador habitual de los diarios La Tarde y El Día.

RSEAPT
A lo largo del tiempo surgen figuras intelectuales de una valía singular que influyen en el devenir histórico a través de su trabajo, de sus investigaciones, del tiempo dedicado a escudriñar retazos del pasado en beneficio de la comunidad. San Cristóbal de La Laguna ha tenido, en sus cinco largos siglos, cronistas e historiadores como Antonio de Viana, Juan Núñez de la Peña, José de Anchieta y Alarcón, Lope Antonio de la Guerra, Viera y Clavijo, Rodríguez Moure… y, en el caso que nos ocupa, a Enrique Roméu Palazuelos, quien con una humildad y un tesón impropios de una época plena de conflagraciones posbélicas, de estrecheces y dificultades vitales, consiguió marcar su impronta en los anales de Aguere y del Archipiélago, profundizando en el conocimiento de sus historia y divulgándola.

El papel jugado por Roméu Palazuelos en el ámbito cultural e investigador de La Laguna debe contextualizarse en la escuela iniciada por Elías Serra Ràfols, que sigue los métodos críticos de Rafael Altamira, y todo su equipo de discípulos y colaboradores en diversas áreas (paleografía, economía, derecho, economía, filosofía, etc.), con figuras de la talla de Manuela Marrero Rodríguez, Leopoldo de la Rosa Olivera, Antonio Vizcaya Cárpenter, Marcos Guimerá Peraza
En ese movimiento se inmiscuye, de forma callada y laboriosa, Enrique Roméu, realizando una paciente y valiosa revisión de la clasificación y ordenación de los fondos documentales y bibliográficos de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, como testimonia su obra La Económica a través de sus actas, 1970.

Recreación (detalle)
Su sólida formación en fuentes documentales canarias, con un conocimiento exhaustivo de autores clásicos como Viera y Clavijo, Abreu y Galindo, Espinosa, Frutuoso o Viana, no esconde su particular apego hacia el Setecientos, con citas reiteradas hacia personajes como Lope de la Guerra y su Diario (que publicó en 1951 bajo el título Memorias: Tenerife en la segunda mitad del siglo XVIII), a Anchieta y Alarcón, o a su querida «Tertulia de Nava», a la que tantas páginas dedicó a lo largo de su vida, como en el libro homónimo, que vio la luz en 1977.

Precisamente sus estudios monográficos sobre el polígrafo canario Viera y Clavijo son pioneros en este sentido (Biografía de Viera y Clavijo a través de sus obras, 1981; Cartas de don José de Viera y Clavijo a diversas personalidades, 1984; Vida del noticioso Jorge Sargo, 1983), y algunos de los textos en los que se basa siguen siendo esenciales para el conocimiento de la obra e ideario de aquella figura y de la Ilustración en Tenerife.

Pinche en la imagen
El valor y rigor históricos de la contribución de Roméu Palazuelos están supeditados a la época en que el historiador se dedicó a sus trabajos de investigación. Algunas de sus conclusiones han podido quedar desfasadas por los avances de la actividad académica y científica de los últimos treinta años. Con todo, su paciente busca y rebusca entre legajos antiguos demuestra la sapiencia de quien sabía encontrar detalles de interés, desconocidos y sugerentes para el gran público. Sus textos tienen, además, el impagable añadido de estar salpicados de recuerdos personales, anécdotas y referencias concretas, circunstancias que les confieren un valor inestimable a la hora de conocer determinados aspectos de algunos rincones insulares. Esos recuerdos nacieron, como él mismo nos confiesa en uno de sus numerosos pregones, porque «recién llegado a Tenerife, algunos buenos amigos me iban haciendo conocer los pueblos y los paisajes de la isla».
El tiempo y el alma de Roméu Palazuelos acabaron consagrándose a la vida cultural del Archipiélago, a su paisaje, a sus costumbres, a conocer a las gentes del pasado y de su presente. Su pasión y sinceridad al acometer esta función didáctica revelan su personalidad, la de un creyente comprometido de esencia humanista y apegado a las costumbres de antaño frente a la vorágine de los cambios provocados por la industrialización, el turismo y la modernización de la sociedad. 
Enrique Roméu Palazuelos consiguió condensar ese saber y ese cariño por las Islas desplegándolo en un sinfín de matices, de sesgos y de bellas expresiones.
Afortunadamente, muchos de sus manuscritos y borradores, además de correspondencia y otros documentos personales, fueron donados por su familia a la RSEAPT, que los conserva en el FondoEnrique Roméu Palazuelos, Conde de Barbate.

Recreación (detalle)

En la Biblioteca Canaria de la ULL encontrará una pequeña muestra dedicada a don Enrique, con una recreación de lo que podría ser su lugar de trabajo, con sus obras de referencia imprescindibles, y una selección de sus publicaciones.


Fuentes y más información
Las imágenes del autor son propiedad de la RSEAPT. El resto pertenecen a la ULL.

En Prensa canaria digitalizada puede acceder a los artículos publicados por el autor a partir de 1996 (si no está conectado a la red universitaria, pulse en este enlace y valídese con su nombre y contraseña). En la Biblioteca Canaria encontrará las obras de Roméu Palazuelos.

Se pueden localizar artículos del autor a texto completo en las webs del Instituto de Estudios Canarios, del Anuario de Estudios Atlánticos y de los Coloquios de Historia Canario Americana.

Necrológica publicada en el Anuario del Instituto de Estudios Canarios (XLVI) Texto completo.

viernes, 23 de septiembre de 2016

El ladrón de los guantes blancos noventa años después

Islas de Cultura GobCan
'¡Tenerife estará siempre en deuda de gratitud con la casa editora, la dirección artística y los intérpretes de "El Ladrón de los Guantes Blancos"!', clamaban en El Progreso sobre el primer largometraje canario en septiembre de 1926, hace ahora 90 años.

Filmoteca Canaria celebra este aniversario con una nueva proyección de la película en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna, el domingo 25 de septiembre, en colaboración con el Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife (FIMUCITE).


Acceder al diario
Protocine de Canarias
Los primeros films canarios documentados son de 1906: Lucha canaria y La procesión del Corpus, rodados en Las Palmas por Francisco González Padrón. En 1910 se estrenaron en Tenerife otras dos películas Viaje a través de Tenerife La erupción del volcán de Chinyero, pero los años dorados de la cinematografía canaria no llegaron hasta 1914, con la intervención en el negocio de José González Rivero.

En 1922, este empresario del Teatro Viana de La Laguna fundó la productora Ediciones Rivero, más tarde Rivero Filmsdedicada a filmar documentales y noticiarios. Cuatro años más tarde realiza y estrena el primer largometraje netamente canario, con actores "del país", y rodado en varios municipios de Tenerife (como el Hotel Quisisana y el Casino de Santa Cruz de Tenerife, Las Mercedes y el Camino Largo de La Laguna o el Hotel Taoro, en Puerto de la Cruz). 
También en 1926 Francisco González González fundó en Gran Canaria la productora Gran Canaria Films, que produjo un año más tarde La hija del Mestre, un exitoso drama lírico costumbrista canario, de Carlos Luis Monzón González.


El ladrón de los guantes blancos fue muy bien recibida por el público y la crítica tinerfeña. Apenas se criticó su largo metraje (se exhibía en dos días, aunque "las señoras que hubieran asistido a la primera jornada solo pagarán mitad de precios" en la segunda) y la influencia de las películas americanas en el guión, que gira en torno al robo de un collar durante un baile de disfraces y la persecución del ladrón.
Los diarios resaltaron el trabajo de Rivero y valoraron, ya en aquel entonces, la posibilidad de crear una industria cinematográfica en Canarias y su potencial como plató de rodaje. 
El programa de la orquesta que acompañaba la proyección de la película muda incluía piezas de Strauss, Mozart y Albéniz.


  

Desde la sección de Prensa canaria digitalizada puede acceder libremente a los periódicos de esta época, donde encontrará los anuncios y críticas de la película. 
En este enlace  puede ver las publicaciones sobre el cine canario que se encuentran en nuestra biblioteca y también encontrará en Dialnet algunos artículos a texto completo sobre este tema.

La proyección del Paraninfo de la ULL se acompañará con una interpretación musical, como en el momento de su estreno, y por fin podrá disfrutarse de nuevo en una pantalla grande. Las entradas están disponibles en www.tomaticket.es/paraninfoull y en taquilla a partir de las 18;30 h el día de la proyección, al precio de 5 € para 2 personas.
Éste es el tráiler de la película:




Fuentes y más informacion
La imagen de cabecera y el tráiler  tomados de Islas de Cultura GobCan.
Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife (FIMUCITÉ).
Filmoteca Canaria
Documentos en acceso libre
El ladrón de los guantes blancos en Memoria Digital de Canarias.
Cabrera, G.J: Canarias: la frustración del proyecto cinematográfico (1921-1930)
García Rojas, E.: El ladrón de los guantes blancos cumple 90 años. En El Escobillón [11-02-2016] 

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Rememorando a Luis Cola Benítez, cronista veraz, investigador apasionado, insustituible amigo

La Biblioteca Canaria rinde homenaje al cronista Luis Cola Benítez, recientemente fallecido, con este artículo de nuestro compañero e investigador Daniel García Pulido.


Luis Cola Benítez (1933-2016)

Siempre se ha dicho que hay y ha habido personas que, desde sus primeros años, tienen marcada una senda, un espacio concreto que va a definir sus vidas y su manera de fundirse con lo que les rodea. Luis Cola Benítez, a cuya memoria van dirigidas estas líneas, era un ejemplo invaluable de ese designio atemporal que juega con nosotros y con nuestra existencia… Si alguien estaba destinado a ser cronista oficial de Santa Cruz de Tenerife desde su nacimiento era él.
Podemos imaginarlo fácilmente deambulando, bajo esa candidez infantil que se apropia de todo con un interés y entusiasmo desmedidos, entre los fondos de la exquisita colección de antigüedades canarias reunida por su abuelo materno, el impresor Anselmo J. Benítez, dejándose hechizar de manera indeleble por el roce y la lectura de los manuscritos ajados por el tiempo, por la contemplación de los huesos y cráneos guanches en las vitrinas, por la infinidad de objetos, artilugios y especímenes guardados con cariño por su antepasado, desde animales disecados, a rocas, minerales, monedas o instrumentos de laboratorio.

Si a ese componente romántico asociado a la cercanía de testimonios del pasado le añadimos la huella de su querido padre, Joaquín Cola Escolano, uno de los fundadores del Club Deportivo Tenerife, del que nuestro Luis llegaría a ser, andados los decenios, socio nº 1, tendremos ese aditivo pasional que bañaría de forma innegable no solo su quehacer humano, su propia vida, sino particularmente su producción investigadora.
Su devenir vital aparece revestido siempre de humildad, una sencillez, un compromiso que solo pudieron haber tenido origen en una educación paternal exquisita, plena de admiración y respeto.
En no pocas ocasiones nos recordaba Luis sus largas exploraciones a pie junto a su progenitor, descubriendo los mil y un rincones de esta isla de Tenerife que esperan mostrarse a quienes tienen el tesón, la paciencia y el apego por ir en su busca, especialmente aquel singular trayecto que les llevó a ambos desde Santa Cruz de Tenerife a subir a La Laguna, recorrer todo el norte insular y, pasando por La Orotava, ascender a El Teide en lo que era un homenaje a todos aquellos viajeros de centurias pasadas que ascendieron a la vieja cumbre siguiendo ese mismo trazado.

Sabedores de su esencia no extraña que su obra investigadora englobe la esencia íntegra de su ciudad natal, Santa Cruz de Tenerife. Ese marchamo bibliográfico dio comienzo con su interés por los barrancos de Añazo -auténticas arterias de la capital que han marcado su desarrollo, su figura urbana-, para continuar con el estudio del abastecimiento de sus aguas –auténtica “sangre” de la urbe, que le da razón de vida- y de las epidemias que asolaron este enclave a lo largo de la historia. 
Su afán derivó a darle contenido a ese entramado ya configurado, adentrándose en la fundación, en el simbolismo de sus nombres y sus calles, en las claves iniciales que dieron paso a la génesis de una población que cuenta su pasado en cinco largas centurias. 
La Gesta del 25 de Julio de 1797 fue uno de sus escenarios preferidos, rescatando la figura de un héroe santacrucero, Francisco Grandi Giraud, avezado teniente de artillería de milicias a quien la capital debe gran parte del éxito sobre el asalto británico liderado por Nelson.

Crítico defensor de la deslavazada realidad patrimonial santacrucera, a Luis Cola le debemos la salvación, entre otros entornos, del famoso Puente del Cabo –primera construcción de ese tipo en la isla-, de la batería de San Francisco, de la Plaza de Toros, y de tantos y tantos espacios condenados a la desaparición bajo la desidia y desinterés de las autoridades. Su preocupación firme fue reconocida con varios premios periodísticos por su labor de erudición investigadora. También recibió merecidamente la Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco, por la fundación, junto a José Luis García Pérez, de la Tertulia de Amigos del 25 de Julio, asociación que nuestro cronista lideró desde sus inicios para elevarla a cotas de excelencia en el asesoramiento patrimonial de Santa Cruz de Tenerife.

En nuestra retina quedará para siempre su rutina diaria, verdadera lección de compromiso con la capital, con ese paseo matutino, aún envuelto en las sombras del temprano amanecer, que le llevaba a las instalaciones de su querido Real Club Náutico, donde tras un chapuzón en las aguas del muelle, tomaba rumbo al archivo municipal. Una vez allí, año tras año, en una paciente y metódica labor de detective, desgranó la realidad del pasado de la urbe chicharrera a través del estudio de las actas de la corporación, redescubriendo para nosotros una fuente primordial con la que ver con otra mirada la evolución, venturas y desventuras de Santa Cruz de Tenerife. Avanzada la mañana abandonaba el archivo para dirigirse al encuentro de su querida esposa, Luz, su compañera en esta preciosa vida, y por la tarde no era extraño verle acudiendo a toda actividad, acto o acontecimiento que diera lustre al contexto cultural de la ciudad. 
Su voz resuena aún en el Casino, en el Colegio de Médicos o de Farmacéuticos, en el salón de sesiones del Ayuntamiento y en todos aquellos lugares donde impartió charlas y conferencias que nos llevaron, por momentos, a viajar a un Santa Cruz que Luis Cola conocía como pocos…, ese Santa Cruz orgulloso de contar con un Gabinete Instructivo, con figuras como Villalba Hervás, Patricio Estévanez, Felipe Poggi…, ese Santa Cruz recorrido por barrancos ancestrales, con el susurro del agua en las canales…, ese Santa Cruz, en fin, que se enorgullece de ser la cuna de figuras que se desviven por enaltecer su razón de ser, su pasado y su futuro más cercanos.

Daniel García Pulido
Biblioteca Canaria
Universidad de La Laguna



Notas
Las imágenes son propias.
Además de sus publicaciones en revistas especializadas, Luis Cola Benítez colaboró con numerosos artículos en los diarios El Día y La Opinión de Tenerife. Encontrará los publicados desde 1996 en nuestra prensa digitalizada. Si no está conectado a la red universitaria, pulse en este enlace y valídese con su nombre y contraseña.
  
Bibliografía completa de Luis Cola Benítez en nuestro catálogo.

Obras reseñadas en el artículo:
COLA BENÍTEZ, L.. Barrancos de Añazo. Santa Cruz de Tenerife: Ayuntañmiento, 1986.
____. Fundación, raíces y símbolos de Santa Cruz de Tenerife: (apuntes históricos). Santa Cruz de Tenerife: Ayuntamiento, 2006.
____. El Gabinete Instructivo de Santa Cruz de Tenerife (1869-1901). Santa Cruz de Tenerife: Ayuntamiento, 2001.
____. La historia del 25 de julio de 1797 a la luz de las fuentes documentales. García Pulido, Daniel; Rumeu de Armas, Antonio (pról.). Santa Cruz de Tenerife: Ediciones del Umbral: Tertulia de Amigos del 25 de Julio de 1797, 1999.
____. Miguel Villalba Hervás: un repúblico íntegro: cartas a Patricio Estévanez. Santa Cruz de Tenerife; Idea, 2003.
____. Reflexiones sobre el ataque de Nelson a Santa Cruz de Tenerife (1797): a propósito de un documento olvidado. Santa Cruz de Tenerife: Goya, 1991.
____. Santa Cruz, bandera amarilla : epidemias y calamidades (1494-1910)
2ª ed.Santa Cruz de Tenerife : Idea, 2005.
____. Sed: la odisea del agua en Santa Cruz de Tenerife. Santa Cruz de Tenerife: Emmasa, [2010].
ONTORIA OQUILLAS, P.. Fuentes documentales del 25 de julio de 1797: fuentes documentales del 25 de julio de 1797 de la victoria del General Gutiérrez, las tropas regulares y las milicias isleñas sobre la escuadra inglesa del Contralmirante Nelson. Cola Benítez, L. y García Pulido, D. ,recop., transcrip. y notas. Santa Cruz de Tenerife: Ayuntamiento, 1997.

jueves, 28 de julio de 2016

Fernando Estévez, nuestro antropólogo inocente

El reciente fallecimiento de Fernando Estévez González, investigador y profesor de Antropología social de la Universidad de La Laguna, nos llena de tristeza. En estos días se destacará su revisión crítica de las teorías antropológicas, sus escritos sobre la identidad cultural y su trabajo innovador en el campo de los museos y la gestión del patrimonio cultural de Canarias. Para la Biblioteca de la ULL, su nombre representa al investigador inquieto, siempre con varios proyectos entre las manos y un colaborador exigente y comprometido.

Ed. Idea, 2016
La mirada de "los otros"

Si un buen libro es el que hace que algo cambie entre el antes y el después, el trabajo de un buen investigador se mide por su capacidad de plantear nuevos problemas o de mirar los viejos desde una perspectiva diferente. Al igual que Nigel Barley con El antropólogo inocente, Fernando Estévez cuestionó las tesis académicas tradicionales de los arqueólogos y prehistoriadores, y reivindicó el análisis crítico de la historiografía antropológica de Canarias.  

La publicación en 1987 de su trabajo doctoral Indigenismo, raza y evolución del pensamiento antropológico canario (1750-1900), reeditado hace unos meses, abrió una nueva vía para el estudio de la identidad de los canarios y su nexo con los antiguos pobladores de las Islas, porque "para entender cómo nos vemos es necesario conocer la evolución del pensamiento antropológico sobre la población de Canarias". Además, incidir en la relación de los intereses políticos con las interpretaciones científicas abrió una fecunda línea de investigación para historiadores, arqueólogos y antropólogos, que desvela la influencia del "pensamiento europeísta" en la interpretación histórica y que explica, por ejemplo, la tradicional resistencia de la Academia para admitir o investigar el nexo africano de los indígenas de Canarias. 
Sem. Atlántico de Pensamiento
Fernando Estévez González (1953-2016) desarrolló un plan pionero para la recopilación de la literatura científica relacionada con la arqueología y la antropología de Canarias, creando una base de datos bibliográfica a la que se sumó un proyecto del Instituto de Estudios Canarios, Bibliografía de Canarias, y que dio origen en 1996 a la edición del repertorio Bibliografía de prehistoria y antropología de Canarias (BPAC), publicado posteriormente en CD-ROM. Esta obra recoge toda la producción científico-académica sobre éstas y otras materias relacionadas, publicadas en cualquier lugar, por autores canarios o no, desde el siglo XIX; también indiza revistas, prensa y otras fuentes divulgativas o de difusión restringida (literatura gris, memorias, informes, etc.).

Nuestro antropólogo fue uno de los primeros investigadores en comprender la
necesidad de la digitalización documental y la explotación de los metadatos para conservar y difundir el patrimonio cultural de Canarias. A este empeño dedicó muchos de sus esfuerzos, como el proyecto CANARIMAG, para la digitalización 
de una muestra representativa de las colecciones del patrimonio de Canarias. Como algunos de sus múltiples proyectos, éste no llegó a cristalizar por los vaivenes políticos y las restricciones presupuestarias. 
Catálogo del MAT

Además de su trabajo como coordinador del Museo de Historia y Antropología de Tenerife, Fernando Estévez continuó hasta el último momento con sus investigaciones, participando activamente en las reuniones científicas relacionadas con la antropología, la museología o la gestión cultural en Canarias, y colaborando en proyectos de innovación educativa de la Universidad de La Laguna. El próximo noviembre se cumplirá otro de sus sueños, al que había dedicado muchas horas de trabajo: la celebración del I Congreso de Museos de Canarias.

En la Universidad de La Laguna ya le echamos de menos y recordaremos siempre su enorme capacidad de trabajo y su generosidad. Descanse en paz.

Fuentes y más información
Imágen del autor tomada de la web del Seminario Atlántico de Pensamiento

Fernando Estévez González en el catálogo de la Biblioteca de la Universidad de La Laguna y en Dialnet, algunas con texto completo 
Nota necrológia en el diario La Provincia (27 de julio de 2016)
ESTÉVEZ, F.: Bibliografía de prehistoria y antropología de Canarias. 1ª ed. 1986. Texto completo
FARRUJIA, A.J. (2008): Canarias y el norte de África desde una perspectiva historiográfica y arqueológica. En: VI Congreso de Patrimonio Histórico. Investigación arqueológica en Canarias: Territorio y Sociedad. Texto completo
Pequeña selección bibligráfica realizada por el CEDOCAM en homenaje a Fernando Estévez

jueves, 21 de julio de 2016

Memoria de un tiempo gris: 80 aniversario de la guerra civil española

Franco declara el Estado de Guerra en el Archipiélago 
Gaceta de Tenerife del 19 de julio de 1936.



  
«Don Francisco Franco Bahomonde,       General de División comandante
  militar de las Islas Canarias.  

  HAGO SABER: 

  Que de conformidad con lo prevenido
  en el artículo 36 y sus concordantes, 7   número 12; 9, número 3, y 171 del          Código de Justicia Militar, declaro el       Estado de Guerra en todo el   Archipiélago y en su virtud ordeno y      mando: 
  ...»












El 19 de julio de 1936 los tinerfeños conocieron oficialmente el inicio de la guerra con estas palabras firmadas por Francisco Franco, que entonces era el Comandante Militar de Canarias. 
Este año se cumple el 80 aniversario del inicio de la Guerra Civil, que duró formalmente hasta el 1 de abril de 1939 y que sumió al país en un gobierno dictatorial y una larga represión durante más de cuarenta años.

La Biblioteca de la Universidad de La Laguna dispone de abundante documentación para el estudio de esta etapa histórica, que incluye desde textos originales de la época hasta las últimas investigaciones publicadas, además de investigaciones inéditas (tesis). También se localizan aquí algunos fondos poco conocidos, con material de especial interés, que aún están en fase de inventario y catalogación. En la Biblioteca Canaria se pueden encontrar los documentos relacionados con nuestras islas que hablan de esta época desde diferentes puntos de vista: histórico, biográfico, noticias y artículos de prensa, y una gran parte de la literatura que se ha generado en torno a este conflicto.

Mucha de esta documentación se puede consultar desde el catálogo de la Biblioteca y existen numerosos artículos referenciados, algunos con texto completo, en portales como Dialnet y Memoria Digital de Canarias. También es posible acceder libremente a la prensa canaria digitalizada de esta época, que es una fuente de información fundamental para conocer cómo vivieron esta época sus contemporáneos. Si las noticias que publican los periódicos son importantes para conocer un periodo histórico, lo que no publican y lo que ocurre con las mismas empresas periodísticas puede aportar más luz a la realidad histórica. Un claro ejemplo de lo que ocurrió a la prensa ya antes de finalizar la guerra civil fue el caso del diario tinerfeño La Prensa, cuyo propietario perdió los derechos sobre la empresa y hubo de fusionar su cabecera con el periódico falangista Amanecer , dando origen a El Día

En 2013 la Biblioteca General y de Humanidades de la Universidad de La Laguna dedicó el Día del Libro a la memoria histórica de esta etapa en Canarias con la exposición "Luces sobre un tiempo en gris".



Se puede realizar una visita virtual en su sitio web, con acceso al catálogo de la exposición y a toda la información, bibliografía, textos e imágenes que la documentaban.

También se elaboró un tablero de Pinterest de obras literarias que ha continuado actualizándose desde entonces con nuevas publicaciones: Canarias. Literatura sobre la Guerra Civil.


Notas y más información:
Fueron brotes de sombra creciéndole al olvido: reflexiones sobre la Guerra Civil en Canarias. En: Blog "El viaje de Juba".
Mitos y realidades de una guerra anunciada. En: El Diario.es (15/07/16).
Represión y memoria en el Centro de Arte la Recova. En: Blog "El viaje de Juba".
Trece novelas sobre la Guerra Civil (y posguerra en Canarias). En: Blog "El escobillón".

Web "Recuperación de la memoria histórica de la represión franquista en Canarias: fuentes escritas y orales".